Devocional para culto familiar del día 07/06/2020

DEVOCIONAL DOMINGO 07-6-20

TÍTULO: EL BUEN SAMARITANO

(Si lo prefieres puedes obtener el devocional en formato PDF haciendo click aquí)

LEER EL PASAJE BÍBLICO: Lucas 10:25-37

25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?

26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?

27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.

28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.

29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?

30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.

31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.

32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.

33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;

34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.

35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.

36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?

37 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

 

Dejadme que os explique la historia de Horton el Elefante. Está basada en un libro, incluso han hecho una película sobre este personaje dulce y compasivo. Creo que todos podríamos aprender mucho de Horton. Al comienzo de la historia, Horton está chapoteando en una charca fresca de la selva cuando escucha una vocecita pidiendo ayuda. Miró a su alrededor, pero no vio a nadie. Todo lo que vio es una mota de polvo muy pequeña flotando en el aire. Horton se da cuenta de que alguien en esa motita de polvo está pidiendo ayuda. En realidad, había un pueblo completo en esa motita. Estaban pidiendo ayuda pues temían que la motita de polvo cayera en la charca. A pesar de que las personas eran tan pequeñas que él no podía verlas, Horton decidió que iba a ayudarlas. «Después de todo», dijo, «una persona es una persona, no importa lo pequeña que sea.»

Todos los demás animales de la selva pensaron que Horton estaba loco. Primeramente, un canguro, y después unos monos, y finalmente un águila se burlaron de Horton por desear ayudar a las personas en la motita de polvo. ¡Hasta trataron de enjaular a Horton! A pesar de que ninguno de los otros animales deseó ayudarlo, Horton no se dio por vencido. Se mantuvo fiel a la tarea de rescatar a las pequeñas personas que necesitaban su ayuda. Debido a su fidelidad, las personas pequeñas fueron salvadas y finalmente los otros animales se dieron cuenta de que, como decía Horton, «una persona es una persona, no importa lo pequeña que sea.»

La historia de Horton me recuerda un poco la historia bíblica de hoy. Un día, un hombre rico le preguntó a Jesús qué tenía que hacer para obtener la vida eterna. Cuando Jesús le preguntó qué decía la Biblia, el hombre le respondió: «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y: ama a tu prójimo como a ti mismo.’ Jesús le dijo: «Bien contestado. Haz eso y vivirás.» Pero el hombre queriéndose justificar, le preguntó a Jesús: «¿Y quién es mi prójimo?»

Para contestar esta pregunta Jesús le dijo una historia de un hombre que viajando de Jerusalén a Jericó fue atacado por unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Un sacerdote que pasó por allí vio al hombre, cruzó al otro lado de la carretera y continuó su camino. Un rato más tarde, un levita que trabajaba en el templo llegó hasta donde estaba el hombre, lo miró y siguió su camino. Finalmente, un hombre de Samaria llegó al lugar, y cuando vio al hombre y se paró a ayudarlo. Le puso medicina en sus heridas y las vendó.

Pero no sólo eso, sino que lo llevó a una hostelería y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos monedas de plata y se las dio al dueño del alojamiento y le dijo: «Dale lo que necesite. Si cuesta más de lo que te he dado, te lo pagaré cuando regrese.»

Entonces Jesús le preguntó: ¿Cuál de estos tres piensas que demostró ser el prójimo (vecino) del que cayó en manos de los ladrones? El que se compadeció de él», contestó el hombre. «Anda entonces y haz tú lo mismo», contestó Jesús. Jesús nos ha dicho que amemos a nuestro prójimo.

Si tienes dificultad en saber quién es tu prójimo, recuerda la historia de Horton y de la historia del Buen samaritano y entonces sabrás que todas las personas son tu prójimo y que «el prójimo es el prójimo, no importa lo pequeño que sea.

 

Para reflexionar:

Pide a cada miembro de la familia conteste las siguientes preguntas…

1. ¿Qué es lo que más te gustó de esta historia?

2. ¿Cuáles son los buenos ejemplos para seguir? ¿Cuáles son los malos ejemplos para evitar?

3. ¿Cuál es la lección o el principio más importante de esta historia bíblica?

4. ¿Alguna vez han visto a alguien en la calle que necesita ayuda? ¿Qué pasó?

5. ¿Cuáles son las “justificaciones” que usamos par a las acciones del sacerdote y del religioso?

 

Gracias a Dios por…

  • Su provisión y cuidado
  • Expresen gratitud a Dios por cosas particulares que la familia recibió.

Nos comprometemos con Dios a…

  • Confiar en él y buscar Su voluntad escrita en la Biblia
  • Ayudar al prójimo

Expresa tus compromisos particulares:

  • Me comprometo a….
  • Le pedimos a Dios que…

Glorificamos a Dios por…

  • Por ser tan amoroso con nosotros
  • Por darnos herramientas para ayudar a los demás

 

Basado en https://docplayer.es/26570499-Devocionales-con-actividades-para-toda-la-familia-nuevo-testamento-lucas-semana-16.html

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