Crónica del taller «Despierta,  tú que duermes» 

El pasado sábado 18-3-2017, tuvimos en jornada de mañana y tarde un taller dirigido por el pastor Andrew Elliott. Tengo que decir que me sorprendió gratamente, esperaba una lista de causas, efectos y soluciones. Sin embargo me encontré con que de forma magistral el hermano nos marcaba el camino por el que cada uno de los participantes andábamos según nuestro propio pensamiento. Me ha dado pena la poca asistencia en la mañana. Por la tarde fue otra cosa, gracias a Dios.

Al finalizar me di cuenta de cuan lejos de un avivamiento (desgraciadamente) nos encontramos en la iglesia de Sanlúcar y por consiguiente en la ciudad.

En lo único que el hermano Elliott fue categórico es en que los avivamientos SIEMPRE habían comenzado por el pueblo de Dios (su iglesia local) y por un convencimiento ABRUMADOR de pecado, de tal manera que las personas de forma individual caían ante Dios de rodillas confesando y arrepintiéndose de su pecado.

Después de oír las distintas participaciones (incluida la mía) lo único que observé fue  una sarta de «justificaciones propias» y culpas ajenas, no solo no reconocemos/reconocimos el pecado propio, sino que culpamos a otros de nuestro mal comportamiento, mi conclusión es que no puedo sacar a nadie de la hibernación cuando yo misma estoy refrigerada.

Pido a Dios perdón por todo mi PECADO y ruego que su fuego descongele mi conciencia.

«Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude.»


Jeremias 20:9


Crónica de Pepi Cubero.

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